La Vanguardia
Mas reivindica el papel de CDC como movimiento patriótico al servicio de los catalanes
Pujol recomienda a Montilla que envíe a un secretario a recibir a Blanco si viene el día de Sant Jordi
Mas: "Los que nos criticaron por hacer la Casa Gran del Catalanisme ahora nos imitan
Aitziber Azpeitia.- Desperta ferro!, que dirían los almogávares. El ex president Jordi Pujol cree que ha llegado el momento de que Catalunya plante cara a España y rechace de pleno "las cuatro migajas que nos quieren dar desde Madrid".
Ante 11.000 personas reunidas en Vic-Gurb para celebrar el día de Convergència, el ex presidente de la Generalitat alertó sobre el peligro de no ser firmes en este punto: "Lo que ahora nos proponen: darnos infraestructuras, competencias y servicios a cambio de que nos portemos bien, que no reclamemos más poder político, que no reclamemos ser tratados como una nación... Debemos ser capaces de resistir esto, si no estaremos perdidos como nación y como pueblo". Pujol advirtió que hay "mucha gente" en Catalunya dispuesta a aceptar un trato de este tipo y recordó que tan sólo Convergència i Unió está por la labor de negarse a ello.
El ambiente festivo de la jornada contrastó con el tono que Pujol utilizó en su discurso, en el que describió un panorama "nacionalmente complicado" caracterizado por la "falta de sensibilidad de buena parte del Estado" y marcado por la pretensión de PSOE y PP de convertir Catalunya en "una pequeña diputación sin poder y sin conciencia colectiva", porque "no quieren que seamos un pueblo, un país que vaya hacia adelante", remató. El ex president puso como ejemplo de esa falta de sensibilidad la visita de José Blanco a Catalunya coincidiendo con el día de Sant Jordi. Para Pujol, Montilla "debería decirle al señor Blanco que en la Diada él se debe al pueblo de Catalunya y, por tanto, no puede recibirle", y añadió que debería delegar la visita en un secretario. Pujol acabó su discurso reivindicando la fortaleza tanto de CDC como de CiU y destacó que pese a estar en la oposición y a que les han "negado el pan, el agua y la sal", hoy por hoy, para el resto de fuerzas políticas, el "hombre que batir es Mas, porque es el único capaz de levantar el país". Por su parte, el secretario general de Convergència, Artur Mas, afirmó que los seis años en la oposición demuestran que Convergència "tiene un alma suficientemente fuerte para ser un gran movimiento patriótico al servicio de los catalanes". Y cargado de optimismo, proclamó: "El reto es levantar Catalunya: podemos luchar contra la crisis económica, la crisis política, la de los valores; pero la peor crisis sería no ver que Catalunya es un país lleno de oportunidades". Mas también se congratuló de que los que los criticaron por hacer la Casa Gran del Catalanisme ahora los "imitan". Y afirmó: "A diferencia de ellos, que etiquetan a todo el mundo, nosotros no etiquetamos a nadie; hablar de autonomistas, soberanistas, independentistas... es una trampa para dividir al catalanismo y debilitarlo". El líder nacionalista subrayó que "hace falta acoger a todos, sin etiquetas, los que quieren poner su grano de arena al servicio de la construcción nacional".
Ramon Tremosa, que encabeza la lista de CiU a las elecciones europeas, no desperdició la ocasión de hacer campaña y arremetió contra el tripartito diciendo que a pesar de las "grandes expectativas" que levantó "ha sido un fracaso que no ha obtenido un mayor autogobierno ni ha gestionado mejor el ya existente". Tremosa remató su intervención recordando que el PSC ha aceptado en su lista para las elecciones europeas a la ex ministra de Fomento Magdalena Álvarezy preguntó: "¿Dejaremos que el 7de junio la Maleni vuelva a ganar las elecciones en Catalunya?". Convergència, que organizó una comida popular para 9.500 personas, aprovechó para homenajear a todos los alcaldes y concejales con motivo del 30. º aniversario de la recuperación de los ayuntamientos democráticos.
1 comentario:
Pujol calladito... ni callidito estás más guapo.
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