19.05.2010
El Confidencial
Subvenciones al Centro Internacional por las Minorías
Antonio Fernández.- Algo huele mal en Cataluña. El Gobierno no lo dice, pero el Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC) es implacable. Hay algunos colectivos minoritarios que han recibido varios millones de euros. Las transferencias de la administración catalana hacia determinadas organizaciones funcionan a la perfección. Aunque el Gobierno elude dar explicaciones, siempre quedan constancias del envío de fondos o de subvenciones. Oficialmente, la Administración se escuda en que las ayudas importantes son publicadas en el DOGC. Y, las demás, se cuelgan en los tablones de anuncios de las consejerías respectivas. Y ahí cada cual.
Pero,
a raíz de la noticia publicada en este diario sobre las subvenciones al Centre Internacional Escarré per les Minories Ètniques i Nacionals (Ciemen), que invitó a asistir a Cataluña como observador internacional en el referéndum independentista a Lander Etxebarría, acusado de pertenencia a ETA, la polémica sobre las ayudas se ha recrudecido.
El dinero para celebrar los fastos salió de las arcas de la Agencia Catalana para la Cooperación y el Desarrollo (ACCD), que dirige David Minoves y que depende directamente del vicepresidente catalán, Josep Lluís Carod-Rovira. El diputado del Grupo Mixto en el Parlamento catalán José Domingo pidió al Gobierno el detalle de las subvenciones a esta organización, que lidera el antiguo monje Aureli Argemí. Pero el Gobierno adujo que las subvenciones de más de 3.000 euros las podía consultar en el DOGC, y las de menos, en los tablones de anuncios de las consejerías. “¡Como si los diputados estuviésemos para pasarnos cada día por cada uno de los tablones de anuncios de cada consejería!”, se queja Domingo, a quien se le negaron todas las cifras requeridas.
En los presupuestos de la Generalitat de Cataluña para el 2010, según la documentación en poder de este diario, hay una partida, no cuantificada, para el Ciemen, con la descripción “Xarxa Mundial pels Drets Col.lectius dels Pobles”. En otras palabras, para la creación de la red mundial para los derechos colectivos de los pueblos, a la que asistió Etxeberría. No detalla monto económico, pero su código es el 232 y la aplicación económica, la 4820001. Bajo estos mismos códigos se esconde otra ayuda para el “proyecto de fortalecimiento y socialización de la nueva constitución política en Bolivia”. Y, bajo el código 451, otro convenio económico sobre “legislación internacional” y la misma aplicación.
Pero sobre este el oscurantismo brilla alguna luz. En mayo del pasado año al Ciemen se le asignaron 60.000 euros para la creación de la Xarxa -a cuenta de 2008-; 80.000 euros más para el impulso de esta organización en 2009 y 75.000 euros para el año 2010. En total, 215.000 euros. Por tanto, el acto de Gerona fue pagado con los presupuestos públicos y entra dentro de esta última asignación.
Dinero para Kurdistán y Palestina
Pero el dinero que se llevó el Ciemen en los últimos años supera, con creces, esta cantidad. En el 2007, recibió 70.000 euros para su “plan de acción”. Ese mismo año, a través de la ACCD, recibió 25.000 euros para “la formación de los jóvenes refugiados y desplazados palestinos en perspectiva histórica y derechos humanos para la mejora de la gobernabilidad democrática” (sic). El dinero fue destinado directamente a una acción llevada a cabo en Palestina. A través de la misma agencia, al Ciemen se le retribuyó con 15.000 euros para la “promoción y el fomento de las culturas africanas como herramienta de diálogo intercultural y mediante cuentos africanos y metodologías de resolución de conflictos” (sic). También recibió 20.000 euros por la “formación de profesores de lengua kurda para la revitalización del tejido cultural” en el Kurdistán. Y, por último, se llevó 2.300 euros como ayuda para su participación en el Forum Social Mundial.
En el año 2008, las cosas no le fueron tampoco mal al ex monje Argemí. Por la “ampliación de la base de datos Mercator: derecho y legislación lingüística durante los años 2008 a 2010”, se llevó 172.000 euros en subvenciones. Y por la “promoción de actividades para el uso del catalán”, otros 50.000 euros. Pero también se embolsó 65.000 euros por la “realización, edición y publicación de materiales de enseñanza de la lengua kurda”. Y otros 65.000 euros para el Centro de Estudios y Documentación de la Nakba en Palestina. Otras partidas asignadas al Ciemen fueron de 55.000 euros para la “ampliación y mantenimiento de una base de datos de legislación internacional” y de 15.900 euros para actividades de “formación y comunicación”.
En el 2009, se ha acreditado una subvención de 60.000 euros para exposiciones, publicaciones y la entrega del galardón de la organización. Y también, a finales de año, el Ciemen se llevó 55.000 euros para el “desarrollo de la Conferencia de las Naciones sin Estado de Europa”. Pero, a partir de ahí, nada. Las cantidades consignadas fehacientemente suman casi 750.000 euros, sin tener en cuenta el proyecto boliviano ni el convenio sobre legislación internacional. Todo este dinero ha salido del departamento de vicepresidencia o de la ACCD, la agencia de cooperación internacional que también controla el propio Carod-Rovira.
El diputado Domingo se queja de una “opacidad brutal. He pedido todos los expedientes que pudiese haber y me han dicho que puedo pasarme por todos los departamentos a pedir los papeles. O me remiten al Diario Oficial o a los tablones de anuncios. En otras palabras, que es casi imposible reunir la documentación a la que un representante público tiene derecho porque te ponen todas las trabas habidas y por haber”. Y cuenta una anécdota: “He pedido los detalles de una subvención a una asociación catalano-china. Desde el gobierno sólo me han respondido que han pagado más de 2.000 trípticos. Pero ni un dato más. Ni porqué ni cuánto ha costado. Es una lucha de David contra Goliat”.